Un poderoso gesto de unidad de los magallánicos en su movimiento contra el alza del gas

Puede decirse que tenemos un gobierno sordo y ciego, si es que no miope, ante el enorme movimiento ciudadano que tiene lugar en esta región austral, desde hace más de una semana. 

En 20 ó 30 años más este proceso  en marcha va a ser estudiado por sociólogos e historiadores y se reconocerá que es una movilización que ha calado profundo en el sentimiento regional y regionalista, que ha cristalizado profundas aspiraciones y demandas de los habitantes de la región.

UN GOBIERNO SIN BRÚJULA PARA GUIARSE

El gobierno ha demostrado una vez más una completa improvisación en su manejo político y una falta de visión sobre la verdadera realidad e intereses de los magallánicos. Las autoridades piñeristas o han perdido la brújula de lo que sucede en Magallanes o nunca tuvieron efectivamente un plan estratégico coherente para el desarrollo de la región más austral del país y menos una perspectiva socio-política de lo que significa (social y económicamente) el suministro de gas natural en la actividad productiva y en la vida cotidiana de los magallánicos.

La autoridad regional (Intendenta y su equipo político) aparecen en este momento completamente desubicados y descolocados con el despliegue de tres movilizaciones masivas de los ciudadanos de Punta Arenas (7.000  personas convocadas el miércoles 5; 20.000 manifestantes el domingo 9 recién pasado y 7.000 hoy miércoles 12), al tiempo que la paralización completa de  Punta Arenas, Natales y Porvenir (transporte, comercio y servicios), y una oposición política transversal a la medida gubernamental, en un arco que va desde la UDI y RN hasta la izquierda pasando por la Concertación (¿no estaba acaso el presidente regional de la UDI manifestando frente al Palacio de la Moneda, el martes 11 junto a decenas de magallánicos residentes en la capital de Chile?). 

¿Están informando adecuadamente las autoridades regionales (o lo que queda de ellas) a las autoridades nacionales , de la envergadura y amplitud de este movimiento y de esta crisis?

¿Nadie lee en Santiago (en La Moneda y en los grandes medios de des-información que vemos en pantalla) que aquí se ha producido una convergencia  social, política y territorial inédita de todos los alcaldes, todos los concejales, todos los consejeros regionales, todos los partidos políticos, todos los gremios y sindicatos, todos los empresarios…todos los habitantes magallánicos?

El gobierno está políticamente aislado en Magallanes y la derecha política pierde rápidamente legitimidad y votos en la región austral, ante el creciente desastre social que significa un amplio movimiento ciudadano transversal que incluye desde comerciantes y empresarios, hasta los pobladores, trabajadores, profesionales, es decir, la misma clase media  que Piñera decía defender. 

Es probable que «la revuelta del gas» a la que estamos asistiendo en Magallanes (con ramificaciones en la capital, allá en Chile…) deje en el camino o termine por hacer caer no solo una Intendenta Regional (sacrificada por la cerrazón neoliberal de su propio gobierno), sino que también es perfectamente probable que el Ministro de Energía, después de la primera interpelación que una región de Chile le hace a un Ministro, tenga que abandonar el cargo, debilitado por su propia ortodoxia ideológica.

EL PUEBLO UNIDO, JAMÁS…..DEJA ABIERTA LA LLAVE DEL GAS…

Por eso puede afirmarse que ha sido un enorme gesto de unidad, el que se dio esta tarde en la Plaza Muñoz Gamero donde se presentaron ante los ciudadanos movilizados, los 4 parlamentarios de la región y el Alcalde de Punta Arenas, cohesionados por el propósito de negarse a una errada decisión política del gobierno y convocados por la Asamblea. 

La Asamblea Ciudadana de Magallanes, una organización participativa transversal de trabajadores, sindicalistas, empleados públicos, jubilados, juntas de vecinos, uniones comunales, pymes y microempresarios y profesionales, creada en agosto de 2011 (como respuesta al autodenominado «cabildo digital» del gobierno de Piñera en la región), se ha convertido en menos de seis meses en un interlocutor ineludible del gobierno y de la clase política, en la medida que ha logrado liderar y convocar un amplio movimiento ciudadano, reflejando demandas, aspiraciones y reivindicaciones que están profundamente instaladas en el subconsciente de un pueblo de provincia, que se siente hoy golpeado injustamente por el centralismo estatal y la insensibilidad de los neoliberales.

Manuel Luis Rodríguez U.

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